Nefertari Meryetmut fue una reina
egipcia de la dinastía XIX, la Gran Esposa Real de Ramses II el Grande, uno de
los faraones más poderosos. Jugó un importante papel como esposa real, estando
dotada de una brillante mente política. Fue enterrada en la necrópolis tebana,
en una tumba bellamente decorada
Una de las grandes incógnitas que
rodean a esta reina es su lugar de nacimiento y su familia. Su esposo, el
futuro faraón Ramsés II, se cuidó mucho de ocultarlos, aunque está claro que la
veneración que tuvo en vida, así como algunos de sus títulos, demuestran un
origen noble.
El hallazgo en su tumba del pomo
de un cofre en el que aparecía un cartucho del faraón, denominado Ay, no hizo
más que aumentar las sospechas de que Nefertari estuviese emparentada con la
extinta dinastía XVIII, cosa que también parecía corroborar su propio nombre,
heredero de la matriarca ya divinizada, la reina Ahmose-Nefertari. De ser así,
es probable que Nefertari proviniese de la ciudad sureña de Ajmin, y de que Ay,
cuyo nombre estaba siendo perseguido por los faraones de la dinastía XIX,
incluido el propio Ramsés II, podía haber sido su bisabuelo, su abuelo o su
tío. Suponiendo que Nefertari estuviese emparentada con la dinastía XVIII y con
la línea de Ahmose-Nefertari, bien podía haber sido hija o nieta de Najtmin, a
su vez hijo de Ay, o incluso podía ser la hija de la fantasmal reina Tanedyemy,
cuyo papel aún no está claro, pero que podría haber sido nieta de Ay, hija de
Horemheb y esposa de Seti I. De ser así, Ramsés II y Nefertari habrían sido
hermanos por parte de padre.
Nefertari se casó con el príncipe
heredero Ramsés cuando aún ambos estaban en la adolescencia. Tuvieron hijos
alrededor de los quince años de edad. Por aquellos años Ramsés aún no había
sido designado corregente, y ya estaba casado con otra mujer, Isis-Nefert, cuyo
papel pronto desplazaría Nefertari. Al asumir el trono, Ramsés II ya tenía
varios hijos, tanto de Nefertari como de Isis-Nefert, y ascendió a ambas al
rango de grandes esposas reales. Sin embargo, Nefertari fue la reina por
excelencia; su particular carisma y el profundo amor que le profesaba Ramsés II
sumieron en la sombra a todas sus rivales, y la convirtieron en la mujer más
importante del reino.
Mas Nefertari no fue solo la
esposa bienamada de su rey. Fue una verdadera mujer de estado, que propició el
cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus cartas de paz al
emperador Hattusili III y a su esposa, la también influyente emperatriz
Puduhepa. El resultado fue el conocido como "Tratado de paz perpetua"
(Tratado de Quadesh). Conocida en aquellos lugares como la reina Naptera,
propiciaría la paz entre las dos potencias del momento, papel que la acabaría
de consagrar al lado de su amante marido Ramsés II. Está gran mujer amada por
su esposo pero según dicen algunos historiadores su corazón pertenecía a otro
hombre.
Nefertari, como se ha visto
antes, no se contentaría con habitar en el harén real y dar hijos a su marido.
Como hizo cien años atrás la reina Tiy, asumió un papel político y religioso
que no volvería a alcanzarse por ninguna mujer hasta los tiempos de Cleopatra.
Ramsés II aceptó e incluso promocionó esto, y la gran esposa real Nefertari,
fue, entre otras cosas:
Señora de las Dos Tierras; que
podría decirnos que Nefertari asumiría la regencia mientras su marido
participaba en la guerra contra los hititas o en sus campañas contra los
nubios.
Señora de todas las tierras; título muy
infrecuente, que elevaba a Nefertari a un estatus paralelo al del faraón.
Esposa del dios; aunque por entonces sus
funciones y su poder no tenían nada que ver con la importancia que adquirió en
tiempos de la dinastía XVIII, Nefertari ostentó un título que en su tiempo ya
habían llevado Ahmose-Nefertari o Hatshepsut.
Princesa Heredera; que parece confirmarnos un
origen real.
Por la que brilla el Sol; el
título más hermoso que poseyó, único en la historia egipcia, y símbolo del amor
de Ramsés II por su esposa.
Aunque, sin lugar a dudas, el
título mejor conocido de Nefertari sería el que le acompañaría ya siempre como
un segundo nombre, el de Amada de Mut. Así, no es de extrañar que muchas veces
aparezca con el nombre de Nefertari-Merienmut.
Resulta insólito que un monarca
siempre tachado de megalómano y egocéntrico como fue Ramsés II tuviese una
debilidad tan clara como la que sentía por Nefertari. No solo la colmó de
honores en vida, sino que además se aseguró de que fuera conocida durante toda
la eternidad. En la mayoría de las estatuas en las que aparece Ramsés II suele
venir acompañado por Nefertari, y, lo que es más importante, tuvo el inmenso
honor de ser deificada en vida, algo impropio de una gran esposa real.
El mejor testimonio del amor de
Ramsés II y de Nefertari es el templo más pequeño de los dos que hay en Abu
Simbel. Mientras que el mayor estaba dedicado a Amón, Ra-Horajty, Ptah y Ramsés
deificado, el menor era exclusivamente de la diosa Hathor, personificada en la
figura de Nefertari. Solo hay que ver la dedicatoria de la entrada de ese bello
templo, lleno de imágenes de Nefertari y de sus hijos, para comprobar lo que
sentía el faraón por su reina:
Sin duda, la tumba más célebre
del Valle de las Reinas es la impresionante tumba de la reina Nefertari, esposa
de Ramsés II.
Se accede a ella por una curiosa
entrada formada por una rampa que conduce a un vestíbulo. Un segundo corredor,
también con rampa, a cuyos lados descienden dos escaleras, nos lleva a la Cámara
del Sarcófago desde donde se abren otras pequeñas cámaras más. La disposición
es muy similar a la tumba número 80, que perteneció a Tuya, madre de Ramsés II.
Goza de espléndidos y refinados dibujos sobre sus muros, elaborados por un
artesano muy hábil que supo recoger fielmente la belleza de su reina. El color
fresco, palpitante e impresionante, realmente conmociona y no podemos dejar de
pensar que Ramsés II no pudo construir una tumba más bella para aquella que amó
tanto. Los trazos son seguros, las imágenes perfectas y los dioses parecen
salir de los muros para dejar patente que protegen a una gran reina, que
guardan a la esposa de un gran faraón.
Ramsés II tuvo al menos 152 hijos
e hijas, nacidos de sus grandes esposas reales, esposas secundarias y
concubinas. Sin embargo, solo unos pocos alcanzarían una relevancia notable y
entrarían en la carrera sucesoria. Estos serían los vástagos nacidos de las dos
primeras esposas del faraón, Nefertari e Isis-Nefert. gnoramos las relaciones
que hubo entre estas dos mujeres, pero se suele pensar que llegó a haber
intrigas entre ellas, y que las desapariciones de ambas, así como de algunos
príncipes, pudieron ser debidas a las disputas palaciegas entre ambos bandos.
Pese a que es lógico que Isis-Nefert no consintiera en ser desplazada por
Nefertari, nada de esto está demostrado, y aunque se sabe que la batalla por la
sucesión la ganó la familia de Isis-Nefert, hubo algunos hijos de Nefertari que
alcanzaron una edad avanzada.
Nefertari tuvo al menos nueve
hijos con Ramsés II, aunque pudieron ser más. Sus nombres fueron:
Amenherjepeshef. Su nombre de
nacimiento fue Amenheruenemef, y era el primogénito de Ramsés II. Nació al
menos cuatro o cinco años antes de que su padre fuese coronado. Ostentó el título
de General de los Ejércitos, y gozó de gran importancia hasta su muerte, entre
los años 26 y 31 del reinado de su padre.
Baketmut . La segunda hija del faraón.
Paraheruenemef. Era el tercer
hijo varón de Ramsés II, y el segundo de los nacidos de Nefertari. Participó en
la Batalla de Kadesh, y fue condecorado como Valiente del Ejército y llegaría a
ser el Primer Oficial de Carros. Murió joven, en torno a los años 20 a 28 del
reinado de su padre.
Nefertari. La tercera hija del
faraón. Posiblemente esposa de Amenherjepeshef
Meritamón. La cuarta de las hijas
del faraón. Era la viva imagen de su madre, y al desaparecer esta se casó con
su propio padre y fue gran esposa real. Heredó muchos de los títulos de
Nefertari, y además fue cantora del templo de Amón y sacerdotisa de Hathor. Se
cree que murió a finales del largo reinado de Ramsés II.
Meriatum. Nació cuando su padre
ya era faraón, y fue el sexto hijo varón. Existen pocos vestigios de él, pero
parece ser que llegó a ser Sumo Sacerdote de Ra en el templo de Heliópolis y
que murió en el año 47 de Ramsés II.
Nebettawy . La quinta de las
hijas del faraón. Al desaparecer esta se casó con su propio padre y fue gran
esposa real. Heredó muchos de los títulos de Nefertari, y además fue apodada
"la favorita de los dioses" esta Sería enterrada en el Valle de las
Reinas.
Merira. El undécimo varón. No
sabemos qué cargos llegó a desempeñar, aunque aparece junto a su madre y a sus
hermanos en Abu Simbel y en otros pocos lugares. Parece ser que murió en torno
a los años 26 a 36.
Henuttauy. Fue la séptima hija
del faraón y una de las hijas que se casaría con su padre a la desaparición de
Nefertari. Sin embargo, al contrario que su hermana, la bella Meritamón, no fue
gran esposa real.
Suele haber unanimidad respecto a
que Nefertari murió en torno al año 26 del reinado de Ramsés II, cuando
contaría entre cuarenta y cincuenta años. En aquel momento es muy posible que
los templos de Abu Simbel aún no hubiesen sido terminados, pues la decoración
posterior del templo de Hathor tiene fragmentos que aluden a la muerte de
Nefertari. El afligido Ramsés II hizo construir para ella la tumba más grande y
bella del Valle de las Reinas.
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