jueves, 15 de octubre de 2020

OLAUDAH EQUIANO

 

 
 
 
 
 

Conocido como Gustavus Vassa en su vida,​ fue un escritor del siglo XVIII que, según su autobiografía, nació en Nigeria en el pueblo igbo. Vivió en Inglaterra y en sus colonias americanas. Él mismo afirmaba haber nacido en un pueblo perdido llamado Chia, en lo que es hoy la región de habla Igbo de Nigeria. A los once años de edad, fue tomado como esclavo y llevado al Nuevo Mundo y vendido primero al capitán de la Marina Real, quien le dio el nombre de Gustavus Vassa. Luego, fue comprado por Robert King, un desertor miembro de la Sociedad Religiosa de los Amigos, y mercante en Filadelfia. King le enseñó a leer y a escribir, y lo educó en la fe cristiana. Equiano compró su libertad, convirtiéndose en marinero, lo que le permitió viajar ampliamente alrededor del mundo. En Londres, se unió al movimiento abolicionista, que lo animó a escribir y a publicar The Interesting Narrative of the Life of Olaudah Equiano, or Gustavus Vassa the African (1789), un libro que no sólo ahondaba en la causa abolicionista, sino que le valió su salto a la fama y el comienzo de una vida en la fortuna. Es uno de los ejemplos más tempranos de narración en escrita occidental por un autor africano. Su primera experiencia de la esclavitud (desde la perspectiva de un esclavo) y de su vida como inmigrante en Gran Bretaña son muy raras.

En el Reino Unido sus escritos fueron promocionados, entre otros, por Selina Hastings, Condesa de Huntingdon. Hacia los últimos años de su vida, Equiano se mudó a Soham, Cambridgeshire. El 7 de abril de 1792, se casó con Susannah Cullen, una soltera de la localidad, en la Iglesia de Saint Andrew. La pareja se estableció en el área y tuvo dos hijas, Anna Maria en 1793 y Joanna en 1795.

Equiano sostenía que el matrimonio entre blancos y negros podría servir para disminuir la segregación racial hacia los africanos y unificar a los seres humanos. Susannah falleció en febrero de 1796 y su marido, Olaudah, lo hizo al año siguiente, el 31 de marzo de 1797. Poco después, la hija mayor falleció a los cuatro años de edad, dejando a Joanna como única heredera de la fortuna de su padre, estimada en 950£ — una suma considerable, equivalente a 100.000£ actuales.  Aunque la muerte de Equiano ha sido registrada en la capital británica, la localización de su tumba es desconocida.